¿Qué cantidad de aceite de oliva debe contener una dieta sana?

El Estudio PREDIMED ha constatado que las personas que siguen una dieta mediterránea con aceite de oliva virgen extra pierden peso frente a aquellas que toman otras bajas en grasa.

Los expertos recomiendan una ingesta diaria de unos 40 mililitros (37 gramos) de aceites de oliva al día para conseguir todos los efectos beneficiosos de este alimento.

La Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) recomienda un consumo mínimo de 20 gramos al día para beneficiarse de los efectos saludables de los polifenoles que contiene el aceite de oliva virgen extra.

La propia Unión Europea ha reconocido que el consumo del ácido oleico, la vitamina E y los polifenoles que contienen los aceites de oliva tienen efectos beneficiosos para la salud (Reglamento 432/2012 de 16 de mayo de 2012 sobre declaraciones autorizadas de propiedades saludables de los alimentes distintas a la reducción del riesgo de enfermedad y al desarrollo y la salud de los niños). Es más, en lo referente a los polifenoles la norma establece un consumo recomendado de 20 gramos de aquellos aceites de oliva vírgenes que contengan un mínimo de 5 miligramos de antioxidantes en esa proporción de aceite para poder beneficiarse de sus efectos saludables.

Tan desaconsejable es una dieta sin aceites como otra en la que su consumo sea excesivo. Como todo en la vida, es una cuestión de equilibrio. Entonces, ¿qué cantidad es la razonable? La ciencia nos echa una mano en este asunto. Más en concreto los investigadores que trabajan en el Estudio PREDIMED (Efectos de la dieta mediterránea en la prevención primaria de la enfermedad cardiovascular). Durante años, miles de participantes en este estudio tomaron una dieta mediterránea controlada suplementada con aceites de oliva virgen extra. Los participantes consumieron una de tres dietas diferentes, asignadas al azar: dos de ellas eran mediterráneas, suplementadas, respectivamente con aceite de oliva y frutos secos; la tercera era una dieta convencional baja en contenidos de grasas, recomendada para la prevención cardiovascular. Con el tiempo se ha podido comprobar que las personas que consumieron la dieta mediterránea “tienen menos riesgo de padecer diabetes; su presión arterial es más baja; presentan menos cuadros de depresión y, sobre todo, tienen menos riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular”. Además, el estudio ha podido constatar otra evidencia: las personas que han hecho una dieta mediterránea con aceites de oliva virgen extra, a pesar de tomar más calorías que la gente del grupo de control (con una dieta pobre en grasas) no han engordado. Al contrario se ha verificado una tendencia a bajar el peso y el perímetro de la cintura. Por lo tanto, no tenemos que tener miedo a añadir aceites de oliva en la dieta porque sea una grasa sino que además nos podremos beneficiar de todos sus nutrientes.

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